miércoles, 13 de agosto de 2014

El desafío de cuidar el empleo, en tiempo de buitres y GriFault


Daniel Scioli se reunió en las últimas horas con Miguel Bein, su economista estrella. Le pidió un diagnóstico de lo que está por venir en el último semestre. Comentan que Bein le aconsejó salir a calmar las aguas, ya que frente a este tipo de situaciones, la gente se atemoriza y lo primero que se para es el consumo.Es lo peor que podría pasarle a la economía. Será por ello que la ministra Silvina Batakis, la guardiana de los números, se la pasó repartiendo mensajes tranquilizadores por los medios. Entre ellos, aseguró que no peligran las cuentas fiscales, menos el pago de sueldos y aguinaldos. Pero el gobernador sabe que tiene que conseguir crédito por 500 millones de dólares y que en medio de esta pelea con los buitres por el denominado “Grifault”, será difícil obtener dinero a tasa baja. No obstante Bein, utilizó una frase futbolística para serenar al mandatario bonaerense : “el país no se irá al descenso”. El diagnóstico fue que vendrán meses difíciles y con vaivenes en los mercados. Pero le sugirió evitar situaciones de conflicto con los sectores gremiales y cuidar el gasto público, por lo menos “hasta que amanezca”.


En los pasillos de la Gobernación también llegaron a modo de bálsamo, los anuncios que formuló la Presidenta en las últimas horas para incentivar la actividad económica. Estas iniciativas, entre las que se destaca el Plan ProEmplear, implican instrumentos para favorecer y proteger el empleo formal, reactivar la actividad fabril, a través de créditos para la renovación de unidades de colectivos, y la operatoria inmobiliaria con el relanzamiento del CEDIN. Todo con miras a que la rueda de la economía siga andando.

Cristina abrió el paraguas, mientras continúan las negociaciones contra reloj, con Griesa y sus buitres voraces.Lo único seguro es que este contencioso se ha transformado en una cuestión de Estado que por su implicancia posterga –vaya a saber cuánto tiempo- la consideración y tratamiento de otros tantos temas que también exigirían atención inmediata; incluidos varios de los que plantea el sindicalismo.

LA REALIDAD ECONOMICA LES MARCA LA CANCHA

Es que hoy la dirigencia gremial en general, ha quedado descolocada frente al actual escenario. Casi atornillada y en la incómoda posición de saber que sus reclamos, por razonables que parezcan, corren el riesgo en el actual contexto de ser calificados de extemporáneos, supérfluos o desestabilizadores. Esta sería la explicación de por qué los maestros bonaerenses pusieron el pie en el freno. Lo mismo que las diferentes centrales que resolvieron postergar sus planes de huelgas.

La CGT y la CTA oficiales, que venían enviando señales de guerra, con la idea de hacer marchas de protesta por la intransigencia de la administración K a actualizar los mínimos no imponibles de Ganancias, se alinearon en estas horas junto a la presidenta y desactivaron cualquier manifestación rupturista. La estrategia gremial es sólo potenciar las huelgas sectoriales, para que las bases no exploten, comentó un vocero. Una prueba de ello, es la protesta de los bancarios de las últimas horas para solicitar un alivio en la presión impositiva que sufren casi el 70% de los empleados del sector en sus salarios.

En medio de ese panorana, Scioli se ha movido con rapidez, tejiendo alianzas con los sectores de la producción y el trabajo, para evitar más despidos. El gobernador donde puede suelta la frase: “hay que cuidar el empleo”. Es su caballito de batalla en medio del conflictivo panorama. El ex motonauta tiene en claro que un posible naufragio económico, terminaría sepultando todas sus esperanzas de acceder al sillón de Rivadavia en el 2015.

MOYANO DESHOJANDO LA MARGARITA

En la vereda de enfrente, Moyano continúa despotricando contra Cristina. Pero es más que claro, que ya no sabe cómo hacer para seguir estirando la indefinición de la fecha del paro general que el sindicalismo opositor dispuso hace más de dos meses. Primero fue el razonable período de espera a una respuesta del Gobierno, que nunca llegó. Luego fue el tiempo del Mundial, y más tarde las hojas del almanaque cayeron con las vacaciones de invierno. El catálogo de pretextos ya casi parece agotado.Moyano sabe que hoy un paro es un arma de doble filo. No sería visto con simpatía y además podría acrecentar su mala imágen, de la que dan cuenta las encuestadoras.

A su vez, la central de Barrionuevo y la CTA opositora del estatal Pablo Micheli, les guste o no, están atados a los tiempos que imponga Moyano, toda vez que el actual presidente de Independiente es el único sindicalista con el suficiente poder de fuego para llevar adelante hoy una medida de fuerza de alcance nacional.

Por otra parte, Micheli ya sabe que si quiere participar del paro deberá olvidarse, que la protesta aún sin fecha, será de 24 horas y no de 36 y sin movilización alguna a la Casa Rosada, como anhelaba. “Todo está en veremos”, señaló una fuente sindical para graficar el actual momento de incertidumbre. Tampoco está definida la postura que adoptarán los gremios de colectiveros y de conductores de locomotoras (La Fraternidad), Roberto Fernández y Omar Maturano, de decisiva participación en la huelga de abril. Hoy en los pasillos de la CGT, el comentario es que cada gremio defiende su metro cuadrado, sin comprometerse por entero a lo que resuelvan las centrales. La tendencia, para no mostrar inmobilidad, es intensificar los paros sectoriales, como el de los metrodelegados del subte y los empleados de las aduanas. Las precauciones son altas, porque los números que sobrevuelan por los sindicatos hablan de 15 mil familias que, en lo que va del año, se quedaron sin ingresos por los despidos que se vienen sucediendo en el sector industrial. Son cifras que meten miedo y exigen en estos momentos, por lo menos, una situación de madurez, hasta que pase el temporal.

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