Grietas en el FR y dudas que Scioli le sembró a Insaurralde

Por Jorge Joury


El efecto Insaurralde y su posible pase al massismo, ya ha comenzado a mostrar las primeras grietas dentro de ese espacio. El más enojado por estas horas, sigue siendo el ex intendente de Almirante Brown, Dario Giustozzi, quien ve como se le escurre su posible candidatura a la Gobernación. Tal es su ira, que envió a uno de sus funcionarios municipales para negar el pase del lomense. El que llevó la voz cantante fue el secretario de Educación, Cultura y Derechos Humanos de Almirante Brown, Jorge Herrero Pons, quien también negó que haya un “operativo contención” alrededor de la figura de Giustozzi, a raíz de la visita a Adrogué de los intendentes Gabriel Katopodis, José Eseverri, Joaquín de la Torre y Carlos Selva.

“Algunos sectores utilizaron determinadas declaraciones suyas con el fin de dañarlo porque es el candidato a gobernador de este espacio, ya que es un miembro fundador del Frente Renovador”, disparó el secretario de Educación browniano y aseguró que Giustozzi es “víctima de una operación mediática” y que “no tiene ninguna complicación con Sergio Massa”. Con relación a la llegada de Martín Insaurralde, lo cortó de cuajo. Dijo que “no creemos que esto pueda suceder. No sería lógico que cambie de partido, sobretodo porque encabezó la lista del kirchnerismo y sería un error político, ya que confundiría a la sociedad”, consideró. “Podemos entender que algunos compañeros hayan estado equivocados en su momento y ahora quieran sumarse a nuestro sector, pero en su caso sería un retroceso que se sume a este espacio”, aclaró. Además, Herrero Pons puso en duda los números favorables a Insaurralde, ya que “los votos no son sólo de los dirigentes, dado que la gente tiene una ideología y si hoy mide un porcentaje, no quiere decir que los votos sean suyos cuando se vaya a otro partido. Y añadió: “Insaurralde tiene un alto nivel de conocimiento por su romance con una vedette”.

CAÑONAZOS Y ENCUESTAS TELEFONICAS

En fuentes seguras se señaló que en los cuarteles massistas son constantes los cruces entre Giustozzi y algunos dirigentes. Le apuntan al diputado nacional Alberto Roberti, de fogonear las intrigas en favor de la candidatura a gobernadora de su esposa, la ex denarvaísta Mónica López. Pese a las iras de Giustozzi y las rencillas de “pago chico”, Massa se entusiasma con la posible llegada de Insaurralde a mediados de diciembre.

Es tanta la euforia del tigrense, que ya está midiendo a Insaurralde. Lo hace a través de encuestas telefónicas, que por ahora se hacen en el Conurbano, agregó una fuente confiable, quien detalló que primero se pregunta por Insaurralde y los posibles rivales del kirchnerismo y el FAUnen . Y luego por Insaurralde y tres eventuales compañeros de fórmula.

Los tres vices que estaría evaluando Massa son: Gustavo Posse, el intendente de San Isidro de extracción radical y con aparentes intenciones de ser Gobernador; el olavarriense José Eseverri, quien alguna vez soñó con ser vicepresidente y cuenta con la ventaja de ser del interior y el abogado Mauricio D’Alessandro, diputado mediático todavía en el denarvaísmo. Hasta ahora, los anotados serían los tres mencionados, pero podrían aparecer otros actores, como Mónica López, por ejemplo, quien nada quiere saber con ir como dos de Giustozzi.

A SOLAS, FRENTE A UN TE Y PASTAFROLA

Por el lado del sciolísmo, hay otra visión y no dan por perida la batalla por Insaurralde. Observan los movimientos del FR y no pierden las esperanzas de retener al ex joven alcalde. “Con ellos Martín tiene mucho que perder. Hoy mide tan alto porque está dentro del FPV. Pero si se cambia, le puede jugar en contra. La gente sospecharía y perdería votos”, se entusiaman en reflexionar algunas espadas cercanas al gobernador. Murmuran en voz baja que en el encuentro que mantuvo el mandatario bonarense con el actual diputado, Scioli fue cuidadoso: “Lo primero que te quiero decir es que no voy a ser tan grasa de preguntarte qué vas a hacer el año que viene o con quién vas a jugar”.

Comentan que Insaurralde se quedó perplejo por la frase, frente a la tasa de té y una porción de pastafrola, apenas se sentaron el lunes por la tarde en la intimidad del piso 19 de la sede del Banco Provincia. Fiel a su estilo, Scioli fue cuidadoso al jugar sus cartas. Nunca descarta un final favorable en sus jugadas, reflexionó uno de sus voceros. La misma fuente aclaró que “Daniel jugó sus fichas y le dejó dudas a Insaurralde. Le pidió cautela, tranquilidad, responsabilidad y apoyo a la Presidenta en estos momentos difíciles donde se está jugado todo en la batalla con los fondos buitre”.

Le reveló que él había tomado esa actitud de “apoyo activo” a principio de año. Y que incluyó un viaje a Nueva York para calmar las aguas, “cuando muchos creían que venía el caos”. Sugirió que lo mismo había que hacer ahora. Le transmitió a Insaurralde que él confía en que la situación económica se va a encarrilar y que Cristina transferirá el poder en calma.

Rápido de reflejos, el ex motonauta le dejó picando a Insaurralde algunas dudas : “Massa apuesta a lo contrario. a que todo se descalabre. Pero cuando vea que eso no ocurre y que Macri le roba el lugar del candidato opositor, va a terminar negociando con él para ir de gobernador. Mirá que a Darío Giustozzi ya le había prometido que sería su candidato y lo dejó colgado. No vaya a ser que te pase lo mismo”.

SE VERAN LAS CARAS LA SEMANA PROXIMA

Scioli interpreta el juego de Insaurralde. Sabe que revolea a la luz de los flashes la buena cantidad de fichas que acumuló en el juego de la política en los últimos tiempos, mientras decide a qué color apostarlas el año próximo. Lo cierto es que según la fuente consultada, el hombre de Lomas no soltó prenda. Le pidió a Scioli que apure el envío de nuevos patrulleros a su distrito y quedaron en compartir la semana próxima el lanzamiento de la escuela de policía en el municipio. No hubo fotos tras el encuentro y eso alimentó la versiones de un posible pase al FR. Aseguran que Scioli hizo su evaluación: “Martín está en un momento personal y político especial. No está en el municipio, no lo dejan avanzar con sus proyectos en el Congreso y encontró una manera de qué todas las luces le apunten, aún junto a su novia. No lo voy a juzgar por eso. Aunque también blanqueó sus dudas respecto al futuro: “En una relación política o en un matrimonio, uno simpre tiene motivos para romper o para quedarse. Yo soy testimonio de que la gente valora la lealtad en los momentos difíciles. Pero cada uno sabrá evaluar”. ¿Y si se va?, lo consultaron en su núcleo más íntimo. Scioli entonces volvió a su frase de cabecera para demostrar confianza: “Peor estaba con el brazo en el río. Voy a ser Presidente igual”.