martes, 30 de septiembre de 2014

El Plan Máximo y La Cámpora ocupando casi todo el tablero


Por Jorge Joury

En los pasillos de la Casa Rosada el comentario es que Máximo Kirchner prepara su campaña política. Habrá próxima aparición pública. No habla con los medios, pero alguien se encarga de que se filtren sus futuros pasos. En la perinola periodística, las hipótesis de su candidatura vuelan desde la intendencia de Río Gallegos, hasta la gobernación de Buenos Aires. La inesperada irrupción del hijo presidencial no sólo preocupa a los candidatos del FPV, sino al propio Sergio Massa. Cuentan desde su entorno, que el líder del FR se vio en la necesidad de salir a mostrar que él también cuenta con “miles de jóvenes” que lo apoyan y trabajarán con ímpetu para su campaña presidencial. El tigrense compartió una jornada de debate virtual con alumnos de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y de otras 20 ciudades de todo el país, con quienes durante un buen rato habló y debatió sus propuestas para seguridad, adicciones, justicia y educación, entre otros temas. El evento se llevó a cabo a través de una videoconferencia y se denominó “Jóvenes en Massa”. Allí el jefe del Frente Renovador invitó a la juventud “ser protagonistas de la construcción de un cambio inteligente”.
Mientras tanto, Cristina busca en su propio cántaro fuentes de fortaleza política para su último tramo de gobierno.  Todas sus esperanzas están puestas en La Cámpora, a la que considera como su guardia pretoriana. En su nueva jugada, apuesta a robustecer a ese espacio como un actor central para la disputa electoral. Apunta a consolidar a la fuerza juvenil como articuladora de las diferentes líneas dentro del oficialismo, con el objetivo de aplacar la interna que se disparó anticipadamente para sucederla.

EL PODER K

Una fuente confiable admitió que todo está supeditado al poder con el que llegue la Presidenta al año que viene, después de cerrar posiblemente en enero el acuerdo con los fondos buitres . Así le bajaría la fiebre a la situación económica, con el flujo de dólares que se puedan conseguir en el exterior. Si se logra viento a favor para estas expectativas y se reencauza la geografia económica,  CFK habrá logrado enderezar el barco. Podrá luego posicionar a los dirigentes juveniles y a los más veteranos, pero propios, en el armado de las listas de candidatos. Los más conspicuos analistas de la realidad, sostienen que ese fue el mensaje que intentó dar la jefa del Estado con la aparición de su hijo por primera vez, al frente de un acto multitudinario.
“El Plan Máximo”, como algunos lo llaman, tiene como objetivo consolidar la fuerza política de la Presidenta, que condicione o le ponga el aliento en la nuca, a quien termine siendo candidato por el oficialismo. Se trata de convertir a Cristina en la gran electora. Lo que se busca es fomentar la inclusión de sus propios postulantes en todas las categorías electorales. Y si se dan las condiciones, la frutilla del postre es consolidar un candidato a presidente de pura cepa K. No obstante, en el Gobierno reconocen la dificultad de instalar una figura ganadora cuando solo faltan ocho meses del cierre de listas.

LA PATA LEGISLATIVA

La otra cara del plan de CFK es intentar incluir a los propios como vices, ya sea en la fórmula presidencial como en las de las gobernaciones. En lo que tiene que ver con el Congreso, fogoneará una lista única  que le responda en ambas cámaras, una suerte de paraguas para contener lo que pueda venir después de dejar el poder. Además, Cristina no quiere internas en ese espacio y ya notificó que habrá una sola nómina de diputados y senadores nacionales, aunque haya varios candidatos a presidente en las primarias.
Mientras tanto, La Cámpora ya se integró al esquema partidario, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires y en la Capital, pero cuidando de no enfrentarse al peronismo, para no despertar la ira de los caciques. No hay que olvidar que por orden de CFK, los jóvenes de la agrupación terminaron en espacios de poder en el PJ, blindando de esa manera, la toma de decisiones en el partido.
Con la renovación de autoridades de este año, la secretaría general quedó en manos de José Ottavis, Eduardo “Wado” de Pedro se aseguró el cargo de apoderado en el distrito bonaerense y una vicepresidencia nacional y Mariano Recalde acordó con Víctor Santa María la conducción del PJ porteño. Los tres conforman la mesa nacional de La Cámpora, junto con Andrés “el Cuervo” Larroque, el secretario general de la agrupación y Mayra Mendoza. Se trata de una suerte de “caballo de Troya” dentro del justicialismo, para mantener disciplinada a la tropa.

INTENDENCIAS

Tambien hay que apuntar que allí donde tengan peso territorial, los líderes camporistas podrían disputar intendencias, como el caso del secretario de Justicia, Julián Álvarez, en Lanús, o Juan Uztarroz, hermano de “Wado” de Pedro, en Mercedes. En otros distritos, como Avellaneda, conducido por Jorge Ferraresi, uno de los pocos intendentes que estuvo en el acto de Argentinos, ya  hay acuerdo para integrarse en el PJ tradicional. No es una casualidad que la jefa de Estado llevó a Roma a Juan Patricio Mussi, intendente de Berazategui, y a Fernando Espinoza, jefe comunal de La Matanza y presidente del PJ provincial, dos precandidatos a gobernador de extracción puramente peronista. La estrategia es propiciar  una unidad que les de margen de acción a los propios.
Los politólogos intuyen que la irrupción de Máximo respondió a la necesidad de Cristina de marcarles la cancha a los precandidatos ya instalados, como Daniel Scioli, además de una reacción ante la reunión con gobernadores del peronismo que organizó el bonaerense en La Plata y que contó con la presencia del cordobés José Manuel de la Sota, el personaje opositor más uticante al kirchnerismo.

EL PLATO FUERTE

Algunas fuentes confiables aseguran que la Presidenta lo que quiere es estirar el momento en el que deba decidir su candidato, si es que finalmente logra recomponer el agitado frente económico. El almanaque K marca que será entre marzo y junio del año que viene. Su propia postulación a gobernadora o diputada es una carta que ya señalamos desde esta columna y que no hay que descartar. No olvidemos que la conducción de la provincia de Buenos Aires es uno de los frentes más deseados por los kirchneristas de paladar negro. Ven a ese territorio como un espacio de resistencia hasta el 2019, para el caso de que se pierda la elección nacional , tal como ocurrió cuando triunfó la Alianza.
Los politólogos ven en  La Cámpora estructura ultraverticalista. Una suerte de “orga” moderna, de apariencias abiertas, que reproduce un sistema de creencias que califica ahora de “buitre” y antes de “funcional a la corpo” al que lo cuestiona. Y que cree que postula la primacía de la política por encima de la gestión. Hoy para los kirchneristas bonaerenses nada pudo ser mejor que el operativo Máximo. Esperan que ahora, el heredero del poder K se haga cargo de ordenar la política, convocando a cada uno de los dirigentes. Aguardan contención y que les acerquen los recursos que necesitan, además de contestar el teléfono cada vez que lo llaman. Ese era el trabajo que hacía Néstor Kirchner y que nadie hoy practica en el Gobierno. Creen que si Máximo se toma seriamente la tarea de “ordenar”, se le dará sustentabilidad política a las intendencias que pretenden retener la hegemonía territorial, frente al avance massista .

VUELVE AL RUEDO

En este marco, Máximo Kirchner ya prepara su próxima aparición política, que podría ser en Río Gallegos. Desde el entorno del hijo presidencial aseguran que hace al menos un año a esta parte que viene tanteando el territorio. Mantiene consultas con referentes de diferentes ámbitos, para saber lo que piensa la calle. En los últimos meses ha intensificado las reuniones en la inmobiliaria donde trabaja –San Felice Sancho & Asociados– en el centro de Río Gallegos. Máximo posee allí una oficina, la misma en la que solía operar su padre muchos años atrás. En Río Gallegos dan por descontado  que su destino político es la intendencia. Creen que el destino le marca recorrer el mismo camino que transitó su padre, aunque nadie  se juega a vaticinar cual será el destino final del viaje. De todas maneras, otras figuras del gobierno salieron a instalar en las últimas horas la posibilidad de que Máximo también si lo desea podría ser candidato a gobernador de Buenos Aires, ya que nació en La Plata. Tal vez sean expresiones de deseo del núcleo K de paladar negro, ante la ausencia de un candidato “puro” capaz de aglutinar a todo el PJ. Conjeturas hay y de todos los colores, aunque por el momento ninguna se acerca a la realidad con absoluta certeza. Y menos al pensamiento íntimo de Cristina, que seguramente será quien baje el martillo a la hora de las definiciones.

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