lunes, 8 de septiembre de 2014

Scioli encendió la mecha y la campaña está al rojo

Se intensifica el fuego cruzado con el massismo, mientras se da como un hecho el pase de Insaurralde al FR. Macri crece en el conurbano y observa la pelea desde afuera. Cree que el salto del lomense, terminará sumándole votos al PRO, ya que la gente lo tomará como otra “borocotización”.Estrategias en los laboratorios de los tres candidatos.

Daniel Scioli quería volver a ocupar el centro de la escena y lo logró. Después de la emergencia en seguridad en la provincia de Buenos Aires, nunca antes los medios le habían puesto tanto la atención como ahora. Lo que hizo fue subir un poco el tono de su discurso y encender la caldera para sacudir directamente a sus rivales. Algo que no es común en él, pero que de aquí en más deberá empezar a practicar para generar un contrafuego y que la gente lo vea en una actitud más jugada. En su discurso en el Teatro Argentino de La Plata y en medio de la enumeración de los logros de gestión, cargó dos veces el revólver. Una de las balas fue para Mauricio Macri, a quien le señaló que no se pueden comparar los kilómetros de rutas que se hicieron en la Provincia, con las bicisendas. La de plata fue con ironía y directamente a la cabeza de Massa, desatando una ovación entre sus seguidores.”No se puede comparar la administración de 26 puertos, con la del Puerto de Frutos”, disparó Scioli. Del otro lado del mostrador mordieron el anzuelo y apuntaron con todos los cañones a la figura del gobernador.

LAS TRINCHERAS SE PUSIERON AL ROJO

La estrategia de acción y reacción elaborada en los laboratorios naranja, dio sus frutos rápidamente generando una polémica de hacha y tiza. El diputado Juan Amondarain por ejemplo, usó el Twitter para insinuar que el Gobernador estaba para el psiquiatra. El jefe del bloque del Frente Renovador en el Senado Jorge D’Onofrio trató al mandatario de “burro” en una gacetilla de prensa. Esa expresión la usaron varios massistas en las redes sociales. ¿Viralización espontánea de la palabra u orden expresa de usarla?. Hay que señalar que el FR se mueve de manera muy orgánica por el camino de la réplica. También se le pegó duro a Scioli por el lado de la inseguridad, señalándose que “la única ola que hay, es la de sangre”. Y en relación a los puertos se lo ridiculizó recordándole que son 9 y no 26 los que administra el Estado bonaerense.
Entre los que se subió a la polémica está uno de los bendecidos por Scioli. El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, ninguneó la construcción del Frente Renovador que capitanea Sergio Massa: “Massa tiene alrededor de veinte intendentes. Es un porcentaje menor, es el 15 por ciento”, dijo. Y respaldó el argumento al señalar que su distrito, La Matanza, “son cinco municipios de los grandes demográficamente”. El intendente señaló que “hay mucha operación de marketing político, pero la realidad es que la mayoría absoluta de los intendentes, diría el 85%, estamos detrás del Gobernador en la Provincia y de la Presidenta en la Nación”, concluyó.
En el campamento sciolista venían cargando broncas desde hace más de una semana. La devolución tiene que ver con que los intendentes del massismo denunciaron al gobierno bonaerense de restringirles el envío de dinero de tres fondos específicos. Y seguirán con el tema en estos días. La senadora Malena Baró ya anunció que presentará un proyecto formal en la Legislatura para reclamar. Y además el malhumor se acrecentó por las declaraciones de Gustavo Posse, el intendente de San Isidro, quien reveló el jueves en su visita a La Plata, que “Insaurralde ya está en el FR”. De allí la referencia de Scioli hacia el ex intendente de Lomas, cuando señaló en su mega acto que a los jefes comunales les va bien gracias a la Presidenta y a él, que les han dado impulso a sus gestiones.

BENDICIONES EN EL NUEVO HORIZONTE

En el oficialismo dan a Insaurralde como una causa perdida. De allí que el gobernador bendijera a Fernando Espinoza, el titular del PJ bonaerense y alcalde de La Matanza y a su vice, Gabriel Mariotto, como potenciales sucesores al sillón de Dardo Rocha. Ahora, el final del culebrón lo interrumpe la votación de la reapertura del canje, que llegaría esta semana a Diputados. Las versiones dan por seguro que Insaurralde acompañaría la postura del Gobierno. Se comenta que luego renunciaría a la banca. Se iría a Lomas de Zamora, para retomar la conducción de la intendencia y después se casaría con Massa en lo político y con Jésica Cirio en lo personal.
Insaurralde se mantiene muy por encima del resto en las encuestas y en el búnker del Tigre lo esperan con los brazos abiertos, aunque podría generar un revuelo interno con Darío Giustozzi, el ex intendente de Almirante Brown, que sueña con llegar a la residencia de la calle 6. Pero las primeras espadas de Massa sostienen que “al jefe poco le importará el conflicto interno que el nuevo integrante pudiera ocasionarle. Siempre mide por oportunidad y resultado, y este parece ser un caso muy claro de cosa juzgada”.

LA BOROCOTIZACION DE INSAURRALDE

Por el lado de Scioli evalúan que la llegada del lomense al massismo, “les jugará como un pelotazo en contra, ya que está muy pegado al Gobierno y la gente lo juzgará como un oportunista de turno. Al fin y al cabo, otra borocotización que terminará mellando su propia intención de voto”, aseguran.
Al Frente para la Victoria, la salida de Insaurralde le significa el desafío de levantar al menos a uno de los precandidatos, todos demasiado lejos todavía en las consideraciones de la opinión pública. Un verdadero problema para los presidenciales del espacio, ya que por lo menos uno de ellos se tendría que bajar para dar la madre de las batallas en el territorio bonaerense. En el sciolismo se entusiasman con la idea de contraponer en la Provincia la figura del ministro del Interior y Transporte.
Florencio Randazzo todavía insiste con que quiere ser presidente . Para que quede claro, el mismo sábado y a la hora en que Scioli hacia sus anuncios, se mostraba tomando café y en compañía de su familia, en una coqueta confitería de City Bell, localidad próxima a La Plata. El lugar es considerado una vidriera de la sociedad platense, por lo que los comentarios en voz baja apuntaban a que “el Flaco quiere marcar la diferencia y le va a dar pelea a Scioli”. No obstante, en la propia Casa Rosada ya le advirtieron a Randazzo que sus votos están en la provincia de Buenos Aires, un territorio que conoce palmo a palmo y donde gestionó también con muy buena imágen, como lo viene haciendo en la Nación.”Florencio a Insaurralde lo pasa por encima. Tiene experiencia y carisma. Lo que hizo con los trenes la gente lo meritúa”, se entusiasman en la Gobernación.
En el marco de una nueva estrategia, el sciolismo buscará dejar de lado a Insaurralde, para focalizar directamente en Massa y Macri. “Llegó la hora de jugar fuerte y empezar a marcar la diferencia. Es mucho lo que se ha hecho en la Provincia y lo vamos a mostrar para que la gente sepa que es un anticipo de lo que vamos a lograr en Nación”, sostienen en las usinas de ideas de la calle 6.

LE PIENSAN MARCAR LA CANCHA

Pero en Tigre, también velan las armas y señalan que a Scioli “le vamos a marcar la cancha con sus propios errores”. Y por el lado de Macri, los tiros se reparten, pero hay una avanzada mayor contra Massa, el primer rival que quieren sacar de la cancha para confrontar en el balotaje con quien quede del oficialismo.
Mientras tanto, cerca de Mauricio Macri se entusiasman con las últimas encuestas en el Conurbano.“Estamos mejorando”, sostienen y señalan que tal vez eso explique el crecimiento sostenido que está logrando el PRO en todo el país. Esa tendencia, por ahora incipiente, pone al jefe de Gobierno porteño en condiciones de competir en igualdad con Daniel Scioli y Sergio Massa.
Los números que manejan en el macrismo indican que su candidato ha logrado, por fin, perforar el módico 9% de intención de voto que oficiaba desde hace ya algún tiempo como un techo infranqueable en el populoso Gran Buenos Aires. Y que, por el propio peso poblacional de este conglomerado, le restaba chances nacionales de coronar la empresa 2015. Ese corset, aseguran, cedió. Y parte de la estrategia de trasladar la imagen de Macri al renglón clave de la intención de voto, habría comenzado a dar los primeros resultados según dicen en los laboratorios macristas. Con una ponderación personal positiva superior al 50% y una consideración favorable de su gestión que orilla el 70% de acuerdo a los números del PRO, el Conurbano suponía un agujero negro. Macri afrontaba enormes dificultades para traducir aquellos porcentajes en una probabilidad de voto respetable. Parte de ese problema, dicen cerca del ex presidente de Boca, está en vías de resolución. Esos datos surgidos de los últimos sondeos que maneja el PRO decidieron a Macri intensificar su presencia en el Conurbano.

UNA APUESTA POR EL LADO DEL FUTBOL

El jefe de Gobierno porteño emitió en los últimos días renovadas señales en relación a su estrategia electoral bonaerense. Su paso por La Plata fue por demás revelador: visitó una fábrica de cerámicos y sugirió a sus dueños que deberían empezar a participar en política. La idea de Macri de sumar independientes que robustezcan su proyecto, lo llevará en los próximos días a Saladillo donde, trascendió, está en conversaciones para llevar como candidato a intendente a Julio Olarticoechea. El “Vasco” fue uno de los pilares de la Selección Argentina campeona del mundo de 1986 y es un vecino fuertemente identificado con su ciudad.
Mientras sigue escribiendo capítulos la novela del posible pase del diputado nacional Martín Insaurralde al massismo, cerca de Macri miran con expectativa el desenlace del culebrón. Creen que, lejos de robustecer las chances de Massa por la llegada del dirigente que más mide en la Provincia de los que tienen aspiraciones de llegar a la Gobernación, terminará poniendo en “blanco sobre negro” los alineamientos políticos de cara a la sociedad. “El pase nos va a beneficiar”, murmuran cerca de Macri. Especulan que la llegada del ex intendente de Lomas de Zamora al massismo terminará por ubicar al diputado nacional de Tigre en las orillas del PJ. “Tenemos detectado que un buen porcentaje de gente que votó a Sergio lo hizo por opositor al gobierno. Si llega Insaurralde podría empezar a perder el favor de los independientes que no quieren saber nada con el peronismo. Se van a terminar derritiendo como un helado. Scioli y nosotros podemos mostrar gestión porque estamos gobernando. Sergio está obligado a hacer malabares y hay que ver hasta dónde le alcanza la imaginación para captarla atención de la gente”, razonan los operadores.
Hoy la idea del macrismo es mantener el perfil más claramente opositor. Y sacar beneficio del supuesto deterioro que sufrirían Scioli y los candidatos oficialistas, por la pendiente profunda que puede enfrentar el Gobierno a partir de los avatares de la economía. Como se ve, la campaña se pone caliente y es día a día con estrategias cambiantes. ¡Hagan juego, señores!

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