jueves, 18 de septiembre de 2014

Scioli encara otro ajedrez entre La Cámpora y el PJ


Por Jorge Joury


Desde la irrupción de Máximo Kirchner en la escena política, Daniel Scioli se ha visto obligado a dar un golpe de timón. Hoy tiene que contener a muchos intendentes que se sintieron desplazados del PJ por la movida de La Cámpora. Y aunque no le viene mal, porque obligará a varios de ellos a terminar de definirse por su candidatura, elabora un nuevo ajedrez para construir lazos de unión entre todos los sectores. Se nota que su discurso ha variado en la últimas horas, en una suerte de quiebre en la estrategia de campaña. Si bien el mandatario bonaerense está lanzado hacia el 2015, hasta el momento no había hablado de futuro. Solo priorizaba la agenda de la Provincia, tal como le había aconsejado su equipo de comunicación. Pero en las últimas horas comenzó a proyectar su nombre como una figura de consenso dentro del peronismo. Sabe que la única manera de acceder al sillón de Rivadavia, es de la mano de un peronismo abroquelado y tirando del carro para un mismo lado. De lo contrario cree que será Macri quien patee el tablero y se lleve el premio mayor. Por esa razón comenzó a mostrar desde Alemania, donde realiza contacto con empresarios automotrices, un nuevo diseño dialéctico. “La Argentina necesita alguien previsible, confiable, que dé tranquilidad y que ponga al país en la agenda del desarrollo. Yo siento que ese punto de encuentro de todo lo que es el peronismo, el oficialismo y los sectores que no quieren desandar la recuperación en muchos aspectos, yo los represento”, declaró con su flamante traje de campaña.

LA ESTRATEGIA

Habíamos señalado desde esta columna que Scioli iba a endurecer su discurso con los rivales. Y eso hizo con Mauricio Macri. Dijo que habría que preguntarle qué va a desfinanciar para eliminar el Impuesto a las Ganancias y las retenciones, tal como prometió. “Si eso fuera tan fácil, el primero que lo haría sería el Gobierno; hay candidatos que en campaña le dicen a cada sector lo que quieren escuchar”, evaluó. Sobre las declaraciones de Máximo Kirchner, el gobernador aseguró: “Desde el punto de vista político ha hecho un pronunciamiento. Habló de los que quieren cambiar todo. Dijo que hay responsabilidades de distintos sectores. Yo creo que se forzó la interpretación de sus palabras. Lo que se busca es mostrar que es importante que el país, corrigiendo dificultades, no sea siempre un volver a empezar”.
En el plano político partidario, el ex motonauta hace todos los esfuerzos para desalentar cualquier ensayo reeleccionista y mantener protagonismo en la pelea por la sucesión presidencial. Además ha redoblado la apuesta en su intención de lograr acuerdos con los sectores más duros del kirchnerísmo. Cinco de los seis líderes camporistas que escoltaron a Máximo Kirchner en Argentinos Juniors ingresaron en los últimos meses a la estructura formal del otrora denostado pejotismo. Eduardo “Wado” De Pedro, José Ottavis y Mayra Mendoza son miembros activos de la conducción del PJ Nacional. Mariano Recalde y Juan Cabandié ocupan cargos en el PJ Capital. Fuentes seguras comentaron que por debajo del ácido discurso oficial, Wado De Pedro y Ottavis vienen afianzando puentes con Daniel Scioli. Hasta “El Cuervo” Larroque habla cada vez más seguido con el gobernador y sus hombres más cercanos.

MALESTAR INTERNO

Pero en el sciolismo generaron preocupación rumores de malestar en la dirigencia del PJ tradicional. Tiene que ver con la irrupción de Máximo Kirchner en la escena política y algunos gestos con que La Cámpora manejó el acto. Precisamente el PJ es el nicho donde el gobernador apuesta a conseguir los aliados de mayor peso. El malhumor no es tanto porque el hijo presidencial logró instalar en la agenda pública un tema irrealizable como la re-re, sino porque la lectura que los caciques partidarios hicieron del evento, arrojó la certeza de que ese sector del cristinismo parece plantearse un futuro en el que ellos no aparecen. “Fue un acto contra el peronismo”, aventuró con enojo más de un vocero del PJ.
Los barones del conurbano se sintieron como ninguneados frente a lo que consideran un manotazo de La Cámpora para ganar más poder. “Se comportaron como si nosotros no existiéramos. Después somos los que tenemos que contener a la gente en los momentos dramáticos y juntar los votos”, murmuró en voz baja un alto jefe territorial. Estas señales han despertado cierta expectativa en el estado mayor naranja. Observan que el acto de Argentinos Juniors haya actuado como disparador para que aquellos que aún no se deciden a jugar con Scioli por fin lo hagan. El tema es que la mayoría de esos actores también le vienen exigiendo más gestos de independencia de la Casa Rosada, movidas que el gobernador viene administrando muy tenuemente.

GANARSE A LOS PIBES

Scioli quiere reconstruir el tejido roto entre la vieja y la nueva dirigencia. Recuperar la mística de que “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” y tiene que ganarse como sea a “los pibes”, el ejército K que le es más hostil. Y no son pocos. Algunos pueden contabilizarse, como lo señalaron fuentes de ATE que detectaron en los dos últimos años una incorporación inédita de empleados a planta permanente. Se trata de jóvenes camporistas con conchabo en el Estado. La estimación no exhaustiva es la siguiente : 3.000 en el Ministerio de Justicia, 3.000 en la ANSeS, 2.000 en Aerolíneas, 1.000 en el INDEC, 400 en Presidencia y Jefatura de Gabinete, 600 en el Ministerio del Interior, 500 en la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y 250 en Cultura. Y a esta suerte de guardia pretoriana, habrá que sumarle las designaciones en municipios y ministerios de todo el país. El sábado pasado en Argentinos Juniors demostraron que pueden llenar un estadio. Para Scioli todos los porotos valen y más en estos momentos, con las encuestadoras presagiando un triple empate en la carrera por el 2015.

LECTURA POLITICA

Puertas adentro de la Gobernación, la primera lectura que se hizo de la irrupción pública del hijo de Cristina Kirchner fue la intención de la Casa Rosada de recuperar iniciativa y generar una “sorpresa política”, tras varios meses de desgaste. En un segundo escaneo, las primeras espadas sciolistas decodificaron el evento como una muestra de “reafirmación” de identidad del cristinismo. Para algunos es como una pista de la centralidad que pulseará por tener la Presidenta en la estrategia electoral y el armado de listas. “Suponer que Cristina no va a opinar es tan ingenuo como creer que va a bendecir a alguno”, se reconoció en voz baja, con el convencimiento de que no habrá delfín.
La idea de Scioli es desinflar el debate lo antes posible, para no ceder espacio. “No lo ha planteado por la «re-reelección». Eso es tergiversar sus palabras”, interpretó en declaraciones radiales. Definió a Máximo como un “cuadro político” e insistió, relativizando la resistencia que genera su figura en ciertos dirigentes ultra K, que siente “acompañamiento” del oficialismo.

UNA FOTO QUE PUDO SER LETAL

El gobernador tenía previsto asistir al estadio de Argentinos Juniors, pero al final, un día antes decidió no ir. La explicación oficial fue que tenía que prepararse para su viaje al exterior y prefirió enviar su saludo al encuentro militante vía Twitter. Después, el dato de la ubicación en la cancha tomó relevancia en las charlas internas: sólo integrantes de La Cámpora estuvieron en el escenario, y el resto -desde Julián Domínguez y Sergio Urribarri hasta Fernando Espinoza y Gabriel Mariotto- quedó abajo, en una primera fila detrás del vallado.¿Se imaginan lo que hubiera significado esa foto para el candidato mejor posicionado del FPV?. Hubiera sido letal para sus chances. Alberto Pérez, su jefe de Gabinete también negó diferencias con la agrupación juvenil. “Estamos muy bien”, se limitó a decir.
En un comentario anterior señalé que en el último mes hubo acercamientos, como una actividad compartida entre Scioli y Eduardo “Wado” De Pedro, miembro de la mesa chica de La Cámpora, en Mercedes, donde el diputado impulsa a su primo Juan Uztarroz por el municipio. Es justamente De Pedro uno de los puentes de diálogo del sciolismo con la juventud K, en su papel de articulador con las distintas fuerzas del espacio. Además, como una señal de una mejor convivencia, en el entorno del gobernador destacan el acuerdo alcanzado en Lanús con la creación de una mesa local entre hombres del sciolismo y el secretario de Justicia, Julián Álvarez, también de pertenencia camporista y embalado con su postulación como intendente. Es más: le atribuyen al joven funcionario un encuentro con el propio Scioli hace dos semanas.
Cuando a algunos dirigentes de La Cámpora se les preguntó sobre las candidaturas, insistieron en que hoy no se encolumnan detrás de ninguna opción. Mariano Recalde fue más allá y, acerca de Scioli, dijo: “Por suerte, el kirchnerismo tiene un montón de candidatos. Por ahora, Daniel Scioli es parte del kirchnerismo”.
Desde el sciolismo ponen especial cuidado por cultivar la relación. “Es importante que hayan juntado 40.000 personas. El acto y el discurso lograron un impacto positivo”, comentó el senador bonaerense Alberto Di Fazio uno de los arquitectos de la campaña naranja en el interior. En su mirada, ayudó a cristalizar el posicionamiento de ideas. “Queda clara la postura del Frente para la Victoria en cualquier tema, sean los fondos buitre o Malvinas. Macri opta por una táctica sencilla que es decir lo contrario que decimos nosotros. Y Massa queda en el medio, desubicado”, analizó el legislador, centrando la discusión en la pulseada por 2015. Queda claro, que la idea de los dirigentes de la agrupación del riñón de Cristina es postergar la discusión electoral hasta el año próximo. Para Scioli, es demasiado tiempo y allanarle el camino a Macri.

No hay comentarios: