Por Jorge Joury
“Es imposible que el agua y el aceite se junten. Pero en política y por plata, se rompen todas las reglas”. Así definió un importante jefe territorial del peronismo bonaerense el notorio y público acercamiento entre Hugo Moyano y Mauricio Macri. Se trata de una nueva alianza estratégica, donde se observa que el líder camionero repartió el juego. Después de su fracasado proyecto apoyando a Francisco de Narváez en las pasadas elecciones legislativas, giró 90 grados para acomodarse mejor, de cara al 2015. Además y por las dudas, abrió otra de sus cartas: su hijo Facundo, ya juega con Massa, lo cual le permite a Hugo tener los huevos en dos canastas y así redoblar sus chances en los futuros comicios.
La prueba cabal de que ha formado una sociedad con el líder del PRO, es la decisión del titular de la CGT de mudar los depósitos del Sindicato de Camioneros que poseía en el Banco Provincia, al Ciudad. Se trata de una suma que orilla los 500 millones de pesos y que para Gustavo Marangoni, presidente de la entidad y una de las primeras espadas del gobernador Scioli, representa una sangría tremenda.
Por lo que trascendió en fuentes confiables, la movida se realizó un mes atrás. Pero nada es gratis, Moyano además coronó una jugada maestra. Cerró un acuerdo con el Banco Ciudad para ser el nuevo sponsor de Independiente, el club que preside y que hoy por hoy le insume muchas horas de trabajo al día y deudas a resolver. La operación quedó inmortalizada en una foto durante la presentación de la nueva camiseta del Rojo, donde el presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, sonrió junto a Moyano, a quien conoce desde hace años a través de su padre, Octavio, amigo personal del camionero.
SORPRESA
En el entorno del Provincia sostienen que Marangoni, llamó telefónicamente al camionero y le señaló en tono de preocupación: “¿Cómo me hacés esto, Negro?”. No es para menos, la maniobra dejó al Banco Provincia sin un depósito de suma importancia para su estructura financiera. Del otro lado de la línea, Moyano se limitó a explicar la movida con la contundencia que lo caracteriza.” Mayor rendimiento de la plata, más beneficios para los trabajadores del sindicato, créditos hipotecarios y adelanto de haberes”. Para entonces ya estaba todo cocinado y Macri había dado personalmente directivas a Frigerio para terminar de instrumentar el acuerdo con el gremio.
Los observadores políticos creen descifrar detrás del acuerdo, no sólo a cuestiones de ínterés económico, sino un tiro por elevación para Daniel Scioli. Representa ni más ni menos, que el fin del respaldo del camionero al gobernador. Hace tiempo que Moyano lo viene presionando a través de su hermano, José “Pepe” Scioli, con quien mantiene una vínculo muy aceitado, para que rompa con el kirchnerismo. La negativa del gobernador a tomar esa decisión fue desgastando la relación que se había constuido después de aquella famosa foto con Moyano que ambos se tomaron en villa La Ñata y que tanto encolerizó a Cristina. Hay que recordar que según la mayoría de las encuestadoras, Moyano es el dirigente gremial con más alta imágen negativa. Por esta razón, desistir en su momento de lanzar su candidatura a gobernador de Buenos Aires, cuando reconoció públicamente que se sentía “el nuevo Lula Da Silva”.
DONDE MAS DUELE
Moyano pega por donde más duele. Sabe que retirando semejante cantidad de dinero depositado del Banco Provincia significa perforar el colchón del gobernador. Un ejemplo de ello fue cuando la situación financiera provincial estuvo en problemas en 2012, cuando tuvo que hacer frente al pago de los aguinaldos. Hoy, sin poder colocar títulos de deuda en el exterior, por la pelea con los fondos buitre, Scioli se ve en problemas. Con esta movida, lo que hizo Moyano es notificar a Scioli que su nuevo aliado es Macri.
El líder de la CGT y Macri vienen amasando el acuerdo desde hace tiempo. Pero se reunieron en secreto la semana pasada. Fuentes sindicales admitieron que se habló de compactar la relación pensando en una hipotética futura presidencia de Macri. El armador del encuentro fue el líder de los trabajadores municipales, Amadeo Nolasco Genta.
“Les guste o no les guste, el único que me da soluciones es Macri”, venía diciendo el camionero hace meses ante los popes de la CGT. Antes, el vicepresidente de la Legislatura y pata peronista del PRO, Cristian Ritondo, había blanqueado la sociedad con Moyano al formar parte de la boleta del sindicalista en Independiente. Ahora es miembro de la comisión directiva, que conduce el moyanismo. “El Negro estaba desesperado por sacar la marca OCA de la indumentaria de Independiente. Parece que le espantaba más el fantasma de Yabrán que el del descenso”, comentan en el entorno del camionero.
Moyano y Macri pegaron buena onda este último verano, cuando el camionero fue a presentarle al Jefe de Gobierno de la Ciudad su sociedad sindical con Barrionuevo. En la construcción de esa sintonía mucho tuvo que ver el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, un funcionario de perfil relajado y conocedor del discurso que mejor le cae al paladar de los “Gordos”. Fue él quien le dio un curso acelerado a Macri que hizo bien los deberes y hoy encuentra en Moyano un firme respaldo gremial que le asegura al menos, una paz momentánea en su feudo.
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