lunes, 8 de septiembre de 2014

Señales de fuertes movidas en el FPV con miras al 2015


En el bunker naranja donde han decidido poner acelerador a fondo en torno a la candidatura presidencial de Daniel Scioli, estiman que “la interna del FPV  solo se arreglará una vez que Insaurralde salte al massismo”. Lo que intuyen las primeras espadas del gobernador que allí el mandatario bonaerense quedará con la candidatura presidencial y que las circunstancias políticas del espacio obligarán a Florencio Randazzo a jugar en la provincia, donde cosecha un porcentaje importante de adhesiones.
“El Flaco es el único que puede derrotar a Insaurralde y por amplio margen. Conoce la Provincia y además tiene más gestión. Lo que está haciendo en Nación con los ferrocarriles  le cae muy bien a la gente y le ha hecho subir la intención de voto. Si Cristina le pide que pelee por la Gobernación, seguramente lo hará”, comentó una fuente cercana a Scioli.
Tal vez por estos rumores se justifique el acercamiento de las últimas horas de Scioli a La Cámpora. Así puede interpretarse, al menos, luego que el mandatario provincial se mostrase con el diputado nacional e integrante de la agrupación de jóvenes ultra K, Eduardo Wado de Pedro, en Mercedes.
Ambos participaron de la  inauguración de la nueva sede del Servicio Zonal de Promoción y Protección de Derechos del Niño, junto al intendente massista Carlos Selva.
Hasta hace un tiempo, Scioli no era del agrado de la agrupación que por entonces se había erigido como el paladar negro del kirchnerismo más puro. Pero  parece que los tiempos que comienzan a vivirse y la movilidad que muestra el tablero político, crean un nuevo marco para que las diferencias que los distanciaban pasen a segundo lugar.

UNA MOVIDA INESPERADA

En tren de especulaciones de la nueva estrategia K para las elecciones 2015, en los despachos más próximos al poder se comenta con insistencia que, después de tantos  tironeos,  Cristina  evalúa la hipótesis de apoyar una lista  única para el FPV. Nadie se anima a firmarlo, porque el escenario es muy dinámico, pero hay quienes se inclinan en que finalmente podría ser Scioli el elegido, aunque acompañado en la fórmula por el gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri como vice. El chimento también va y viene por los pasillos de la casa de gobierno en La Plata. No obstante, se guarda mesura, aguardando señales de mayor firmeza.
Siempre a estar por el tenor de las especies circulantes, dentro de la movida que estudiaría CFK  para dar la batalla en la provincia de Buenos Aires, frente a la posible mudanza de Insaurralde al FR, se armaría el tándem Randazzo- Bossio o el ministro del Interior y Transporte, acompañado por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Bossio tiene peso como titular del ANSES y ha recorrido gran parte del territorio bonaerense. Y Espinoza es presidente del PJ bonaerense y gobierna un distrito con más de un millón de votantes. Ambos son considerados pesos pesados y leales.
Los rumores  tendrían su correlato en que el candidato que hoy más mide sigue siendo Daniel Scioli. Para darle consistencia a una fórmula federal, es que CFK habría pensado en el acompañamiento del vasco Uribarri, de buena imagen y casi seguro triunfador en su provincia. De todas maneras no se descarta que entre a la cancha otro gobernador mejor ranqueado al momento de oficializar la movida.

FRENTE A UN SEGURO BALOTAJE
Cristina teme que por la situación económica pueda registrarse un realineamiento dentro del PJ y provocar algunas fugas. Tanto gobernadores como intendentes, están preocupados por como nivelar sus presupuestos y observan un horizonte conflictivo ya que tienen en claro que por la pelea con los fondos buitre es imposible por el momento conseguir financiamiento externo.
Además, el escenario que las encuestadoras barajan para las próximas elecciones, es de un seguro balotaje. Un peronismo unido sería una buena señal para el electorado y una manera de cerrarle el camino tanto a Massa, como Macri, los principales rivales electorales.  Si esta hipótesis predomina en los laboratorios del cristinismo, Scioli estaría dispuesto a ceder los espacios de gran parte de la lista de diputados nacionales, quizá con Julián Domínguez encabezándola, comentaron fuentes cercanas al gobernador.
Las evaluaciones tendrían que ver con que el FPV muestra un generoso abanico de aspirantes a la Presidencia, de los cuales solo dos sobresalen en las encuestas: Scioli y Florencio Randazzo. De allí que se habrían planteado por qué exponer a los dos en un mismo escenario. Scioli está un poco más de 10 puntos por sobre Randazzo y sigue en ascenso. Y el ministro del Interior y Transporte por su gestión hasta podría vencer a Insaurralde si el de Lomas se termina pasado al FR, algo que se da casi por hecho por estas horas. No obstante, Karina Rabolini le acaba de mandar al lomense un último telegrama. Fue consultada sobre el posible pase de Insaurralde y rápida de reflejos señaló que:  “Es un buen tipo, ¿cómo lo va a dejar a Daniel?”.

DISPUESTOS A LA NEGOCIACION
A todo esto, el crecimiento de Randazzo es real, pero ni con la mejor de las proyecciones llegaría a empardar al Gobernador. De esto ya se habló en la Rosada, donde también se le advirtió al hombre de Chivilcoy que su caudal está en la provincia de Buenos Aires, como para conminarlo a desistir de su postura de “Presidencia o nada”.
Las posibles fórmulas Scioli – Urribarri (u otro que elija Cristina) para la Presidencia y Randazzo – Bossio o Espinoza para la Gobernación, ilusionan a los escuderos del ex motonauta. Parten de la lógica que Randazzo es el único que hoy por hoy podría vencer, a Insaurralde, porque tiene más chapa. Y con Daniel y él como cabezas, hasta se podría ganar  en primera vuelta”, se ilusionan. Los randazzistas también saben que Scioli ha prometido que si llega a la primera magistratura, lo primero que hará es devolverle a Buenos Aires los recursos coparticipables que le corresponden históricamente y eso los seduce. Pero comprenden que por el momento, el hipotético escenario pertenece a las usinas de rumores. Aún no hay quien le ponga el cascabel al gato y  falta más de un año para los comicios, donde pueden ocurrir muchas cosas, sobre todo en la economía, que será un factor decisivo en el voto.

ATADOS A LA ECONOMIA

Las dificultades que hoy encuentra el bolsillo de la gente  y los traspiés en las negociaciones para corregir la relación con el mercado financiero internacional, no hacen más que complicar políticamente a los candidatos del oficialismo y potenciar las expectativas de quienes revistan en la oposición.
Aun cuando las encuestas sigan otorgándole al Frente para la Victoria el primer lugar en las preferencias de los votantes para las PASO, y la imagen de la presidenta Cristina Fernández no haya caído a niveles de alarma, para el oficialismo comienza a ser imperiosa la resolución del rumbo económico. Fundamentalmente sostener el mercado interno, tratar de frenar la inflación, ahora acompañada por signos de recesión y revertir la incipiente tendencia de la caída del empleo. Ni hablar para los candidatos surgidos del FPV, entre ellos Scioli, que atan su suerte futura a un final de mandato sin traumas. No es descabellado afirmar que la situación económica y política pone al mandatario bonaerense dentro de un corset.

FIEL A SU DISCURSO

Por un lado, necesita como pocos que el gobierno salga airoso de la pelea con los fondos buitre, y que por lo menos en 2015 la Provincia tenga alguna posibilidad de entrar en  la plaza internacional. La intención era conseguir empréstitos por 500 millones de dólares en esta temporada, pero el default tabicó toda chance. La recesión también es una espada de Damocles para la administración bonaerense, cuyo desafío de llegar al fin del ejercicio sin problemas de caja ya supone esfuerzos descomunales, y recortes hasta lo ínfimo en gastos, superficiales y no tan superficiales.
No obstante, el Gobernador no deja de predicar a favor de Cristina.” Somos la continuidad con cambios”, sostiene en todos los foros. Fue uno de los primeros en bancar a la Presidenta en su decisión de enviar al Congreso la reapertura del canje y el cambio de domicilio de pago para los bonistas. También se puso del lado del Gobierno frente al paro de Moyano y compañía. Sabe, como saben todos los oficialistas, que el posible fracaso económico derrumbará todas las chances. Intenta ser el bendecido al final de la disputa interna, en busca de ese pragmatismo justicialista que el peronismo espera de la primera mandataria.
Para las encuestadoras, la  marcha de la carrera electoral muestra una relativa paridad entre los principales competidores. Por eso, además, la calidad de las campañas será otro factor importante para determinar el ganador. Mientras esperan incrementar sus chances por la crisis económica, los de perfil netamente opositor como Massa y Macri,  tienen que resolver dos problemas acuciantes: cómo liderar la agenda ante un gobierno que, mal o bien, siempre se las arregló para manejarla. Y más aún, cómo convencer a los electores de que solucionarán los problemas, pero mantendrán las conquistas. Cuando el reloj de arena marca que  falta un año para las elecciones primarias, el juego está absolutamente abierto a las sorpresas.

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