lunes, 8 de septiembre de 2014

Luces y sombras sobre la “billetera” de Scioli


La pelea con los fondos buitre, la suba del dólar, la inflación creciente y los indicadores negativos en materia de empleo han disparado los censores de las alarma entre los principales candidatos a presidente. Principalmente en Daniel Scioli, quien se encuentra en vísperas de mandar a la Legislatura, la denominada “ley de leyes”, el presupuesto 2015. Se trata de la gran caja de los recursos bonaerenses, que hoy ante la imposibilidad de salir a los mercados internacionales a buscar dinero fresco, es la fuente de todos los recursos. Scioli hoy es uno de los que más está atado al destino de este gobierno y puede resultar el más perjudicado ante un escenario de crisis.Por eso abre el paraguas. No quiere que se le escapen los gastos, ni se le caiga la recaudación.
Más allá de las diferencias que los separan en la disputa por la sucesión  de CFK, Daniel Scioli, Sergio Massa, Mauricio Macri y los aspirantes del Frente Amplio UNEN, Hermes Binner, Julio Cobos, Elisa Carrió, Ernesto Sanz y Pino Solanas, elaboraron sus diagnósticos con varios puntos en común. Aguardan una transición más complicada que la que vislumbraban hasta ahora y un tránsito hacia diciembre de 2015 plagado de dificultades, sobre todo en el plano económico.

LOS FONDOS

Puertas adentro de la Gobernación reconocen la espinosa realidad, pero Scioli se aferra a su discurso positivo. Tiene claro que su única salida es estar al frente de la provincia de Buenos Aires, sin romper con el kirchnerismo. Si bien es cierto que defender al Gobierno lo expone mucho más por no poder capturar el voto contestatario, confía en que su perfil de componedor, capaz de sortear temporales, es ideal para imponerse en tiempos de crisis. Además, está seguro del  respaldo del PJ y los intendentes aliados, a los que considera una garantía ante las complicaciones.
Sabe también que el impacto de la crisis en la provincia puede complicarlo, aunque confía en que la sangre no llegue al río. Dice tener asegurados los fondos para afrontar el cierre del año sin sobresaltos en materia de salarios y prestaciones básicas, aunque admite que en 2015 no tendrá un peso de más. Se acotará así la posibilidad de hacer campaña con la gestión, sobre todo, con obra pública. Scioli pensaba en lograr créditos en el exterior por 500 millones de dólares, pero las bocas de expendio se le han cerrado por la pelea con los fondos buitre.

LOS PLAZOS

De allí que con  el año electoral como telón de fondo, la conformación del Presupuesto 2015 será vital para su gestión  y sus pretensiones de llega al sillon de Rivadavia. Nuevamente el plazo constitucional para la presentación de las proyecciones económicas del año que viene se le caen del almanaque. Si el Poder Ejecutivo no remitiera los proyectos de presupuesto y leyes de recursos para el ejercicio siguiente antes del 31 de agosto, la Legislatura podrá iniciar su estudio y sancionarlos, tomando por base las leyes vigentes. Vencido el ejercicio administrativo sin que la Legislatura hubiese sancionado una nueva ley de gastos y recursos, se tendrán por prorrogadas las que hasta ese momento se encontraban en vigor.
Pese al hermetismo reinante, en los pasillos de la residencia de la calle 6 se comenta que el presupuesto  para 2015 alcanzará los $ 230.000 millones. Estaría contemplado en un borrador que comenzó a delinear el equipo económico del gobernador, en una reunión a puertas cerradas realizada en las últimas horas en la sede del Banco Provincia, en la ciudad de Buenos Aires.
En ese cálculo preliminar trabajan el jefe de Gabinete, Alberto Pérez; la ministra de Economía, Silvina Batakis; el subsecretario de Coordinación Económica, Agustín Lodola; el Subsecretario de Hacienda, Gabriel Esterelles; el titular de ARBA, Iván Budassi, y el secretario de Personal y Políticas de Recursos Humanos, Luciano Di Gresia, entre otros.

SIN FINANCIAMIENTO

De todas formas, en los principales despachos de Calle 6 sostienen que “sin el presupuesto nacional, no se puede presentar el provincial”. Y en esa dirección  manifiestan que esperaran a que se presente el del Gobierno Nacional para el 2015 y así terminar de formatear y presentar el provincial. La pauta inflacionaria, la pauta salarial y el valor del dólar que esgrima la Casa Rosada en su presupuesto, serán las directrices con las que en Provincia se guiarán para delinear el bonaerense. El marco económico signado por la cuestión de los fondos buitres es vital para la conformación del Presupuesto nacional y provincial, cuestión que por ahora restringe la búsqueda de financiamiento externo para la economía bonaerense en varios mercados internacionales.
En ese plano, se especula que el Presupuesto nacional podría conocerse a mediados de este mes. Mientras tanto, el sciolismo aguarda esa señal para despachar el provincial. Al igual que otros años la presentación del Presupuesto de Scioli será posterior al plazo vencido. En 2012 se presentó el 3 de octubre, en 2011 el 26 de octubre y el 2010 el 31 de octubre y el 2009 el 20 de octubre. La situación no es fácil para la administración de Scioli, teniendo en cuenta que no recibe ayuda financiera extra de Nación desde 2012, y ahora, por consecuencia de la falta de crédito internacional, también está impedida de salir al mercado internacional.

LLAVE EN MANO

En el plano político, las primeras espadas del sciolismo confían en lograr que el Gobernador se imponga como el candidato del Frente para la Victoria. Con  esa llave en mano,se lograría  abrir una nueva puerta a las ayudas extra, aunque en rigor ya no son tiempos de bonanza para la caja nacional. Incluso se ilusionan con recuperar el total del Fondo del Conurbano antes del final del mandato. De hecho, el mandatario bonaerense promete que si es Presidente y la recomposición todavía no ha llegado, él se encargará de hacerla.
Se cree que a mediados de este mes el gobierno provincial tendrá pautas sobre el Presupuesto nacional, donde se indican los recursos a enviarse a las provincias, y recién luego de ese paso se ajustarán las cifras.
De todos modos, y aun con una gran incertidumbre económica sobre los meses que vendrán, las estimaciones indican que los recursos disponibles para el Gobernador en su último año de gestión oscilarán entre los 225.000 y 230.000 millones de pesos, un poco menos del 25 por ciento de aumento respecto del estimado inicialmente para este año. El retoque en la ley Impositiva para los impuestos patrimoniales, en tanto, buscará acompañar a la inflación oficial. Scioli además debe hacer frente en el 2015 al pago de salarios de miles de efectivos de la Nueva Policía, otro de sus grandes desafíos en su política de seguridad.

PELEA LEGISLATIVA

En la oposición afilan el bisturí para diseccionar tanto el Presupuesto como la Impositiva. En el Ejecutivo esperan una pelea legislativa dura, con varias visitas de los ministros. Pero en esta oportunidad el sciolismo ya tiene la postura de no forzar el consenso a consecuencia de ceder en las partidas o en las cargas impositivas.
“Si lo aprueban todo, con endeudamiento, bienvenido sea, si no, que no lo hagan. El año pasado el massismo lo votó porque se terminó dando cuenta de que no les convenía dejarnos sin Presupuesto”, reconoció en voz baja un alto funcionario bonaerense. En tren de especulaciones, si Scioli llegara a gobernar con el prorrogado de este año, tendría más de 50.000 millones de pesos de libre disponibilidad. Institucionalmente no sería lo ideal, pero sí lo es desde el punto de vista operativo en un año electoral. Por ello, por más que se esperen peleas altisonantes, la oposición también está conminada a actuar con cautela.
Gobernar la provincia de Buenos Aires puede volverse la peor vidriera para Scioli, si la situación económica se complica más, pero confía en que eso no ocurra y dice tener los recursos para cerrar 2014 sin asfixia, aunque sin margen para extender la obra pública. Cerca de Scioli afirman que el gobernador está muy conforme con su ministra de Economía, Silvina Batakis, quien pese a las dificultades está logrando pagar sueldos y aguinaldos al día y pilotea el pago de proveedores. Pero tienen en claro, que son los números y el efectivo, las variables que dominan la economía. Y si la billetera enflaquece,  no quedará otra salida que ajustarse el cinturón.

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