miércoles, 2 de julio de 2014

A Massa le destaparon un barra peso pesado

Por Jorge Joury

No es ninguna novedad que los barras del fútbol siempre estuvieron emparentados con la política. En la mayoría de los casos, disfrazados de ñoquis, se ofrecen para cualquier tipo de mandados. Apretar gente, pegar carteles y  sumar presencias en  los actos partidarios, son algunos de los malos hábitos que ejercitan la mayoría de los jefes del tablón. Es más, hoy muchos de ellos se han convertido en “empresarios”, por obra  y gracia del negocio del estacionamiento en los estadios. Y lo peor, sacando provecho del tráfico de drogas. Lo cierto es que en este marco de cuestiones oscuras, el secretario de Deportes bonaerense, Alejandro Rodríguez destapó una olla de altísima presión que puede salpicar en lo más alto del Frente Reovador. Le ha pedido a Sergio Massa que explique “cómo se financia su barra brava el viaje a Brasil y de qué manera consigue entradas para los partidos”. El pelotazo que menos esperaba el líder del FR, le llegó en medio del Mundial y tiene que ver con la detención en el país vecino de Daniel Paz . Se trata ni más ni menos, que del “Negro Fiorucci”, el tristemente célebre jefe de la tribuna de Tigre.
El enojo del funcionario sciolista tiene que ver, “con el doble discurso” y los palos en la rueda que según él, ponen desde el FR: “No es posible que Massa ordene bloquear cada proyecto de ley presentado por el Ejecutivo provincial para mejorar la seguridad; ya pasó con las policías comunales y ahora con proyectos que apuntan a dar seguridad en el fútbol”, dijo.
Rodríguez, que no tiene pelos en la lengua y que recibió letra segura para nuevos capítulos que vendrán, pasó factura de un año atrás. “El líder del Frente Renovador todavía nos debe también una explicación de la causa abierta en el año 2013 en donde el deportado barra de Tigre, junto a gente de su propio entorno político, protagonizó un tiroteo con el saldo de un fallecido en las inmediaciones del estadio de Victoria”. El pelotazo además dejó en orsay a Massa por “su dualidad”. “Habla de inseguridad pero las cámaras no registran ni a los narcos de Nordelta,  ni a los barras. Y quienes le hacen las pintadas políticas, es vox populi que son los que manejan su fuerza de choque desde la tribuna del club Tigre”, denunció.
A pesar de que la Provincia había entregado un registro de barras para que las autoridades de Brasil actúen, hoy la noticia es la presencia de un numeroso grupo de violentos en el Mundial. En realidad, esto va implícitamente en la misma dirección de las dudas que expresó el presidente de la AFA, Julio Grondona, que nunca se animó a asegurar que grupos marginales no iban a poder viajar.
En febrero, Grondona le había achacado la culpa al periodismo por la violencia en el fútbol. Enojado por la insistencia en las preguntas en torno a cómo se soluciona el problema de las barras bravas en las canchas y cuando se le consultó por quién es el que debe hacer cumplir las leyes concretamente, respondió: “ustedes”. “Vení que te invito para que vos te hagas cargo”, siguió, desencajado. “Hace rato que se quiere combatir, no es de ahora. Lo que pasa que hay muchas circunstancias ajenas a la voluntad de muchos que no se pueden llevar a cabo”, había analizado antes.

COMO SE FILTRAN HACIA EL EXTERIOR

El propio secretario de Deportes bonaerense, Alejandro Rodríguez pocas semanas antes del inicio de la Copa del Mundo había recalcado ate la prensa  que “nosotros no podemos –por más antecedentes que tengan- decir quién sale y quién entra. No puede el Estado nacional, eso es un derecho constitucional. Pero nada nos impide que las autoridades tengan los antecedentes de quiénes son aquellos que han tenido mala conducta dentro de los escenarios deportivos de la Argentina. Que tengan los antecedentes, conozcan sus nombres y estén prevenidos en ese sentido. Eso es hasta donde podemos llegar”, especificó.
En el mundo del fútbol nada pasa desparcibido para los ojos bien abiertos de la prensa. Ni siquiera la presencia de “Bebote Alvarez”, jefe de la barra de Independiente, a quien se pudo ver en la tribuna en el partido que la Selección de Sabella le ganó 3 a 2 a Nigeria en Porto Alegre. Antes, había sido deportado su mano derecha, Hernán Palavecino –el encargado de conseguir las entradas, en un vínculo con la barra del Inter de aquella ciudad brasileña-. Palavecino es otra de las “joyas” del tablón y se desempeña como empleado de la municipalidad de Avellaneda, distrito gobernado por Jorge Ferraresi.
Bebote “viajó el martes para ver el partido y está volviendo. No veo por qué tanto escándalo: Álvarez no tiene ninguna causa judicial pendiente ni prohibición de salida del país. Como cualquier ciudadano puede ir y venir a donde se le plazca. Y no pasó de incógnito, sino que hizo los trámites en la frontera con las 12 personas con las que viajó y entró sin problemas. Acá el tema sigue siendo la arbitraria lista que envío el Ministerio de Seguridad violando todos los derechos constitucionales de Álvarez y de quienes estén incluidos en la misma”, le dijo la abogada Débora Hambo, al diario Olé.
Pero La Nación publicó además de  Bebote y su tropa de Independiente,  estuvieron en el estadio Beira-Rio integrantes de las barras bravas de Nueva Chicago, Talleres de Córdoba, Tristán Suárez, Deportivo Morón y Excursionistas. Cabe recordar que en 2010, un numeroso grupo de marginales viajaron a Sudáfrica en el marco de las Hinchadas Unidas Argentinas. Por lo que se observa, en 2014 los violentos vuelven a decir presente en un Mundial y lo más alarmante, es que se sospecha que algunos vienen con un Tigre en el tanque. En el Frente Renovador la noticia sobre “El Negro Fiorucci”, cayó como un balde de agua fría, ya que se imaginan que desde el búnker sciolista llegarán nuevos envíos con cargas explosivas.

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