martes, 29 de julio de 2014

Aunque la desocupación pega, España aún sonríe



Si bien es cierto que nos separan doce horas de avión, España y Argentina siempre estuvieron próximas en afectos, realidades y hasta en el propio idioma. La historia nos acercó desde la conquista de América, después de que Colón pusiera un pie en tierra firme. Pero hay que decir que hoy lamentablemente la península aún sangra por sus heridas económicas, como nos pasó a nosotros en el 2001. Tiene la friolera de cuatro millones y medio de desocupados. Además debe enfrentar el dilema de varios miles de personas que han perdido su vivienda producto de la burbuja inmobiliaria. Y por si fuera poco, el gobierno ibérico debe hacerse cargo de darle de comer a 2.300.000 chicos que son hijos de la prolongada crisis que ya lleva más de 7 años. Y además, por sus fronteras se les filtran ilegalmente los marroquiés indocumentados, que huyen desesperados de los padecimientos de su país.

Pero a diferencia de lo que nos ocurre en Argentina, en la península no padecen la pesadilla de la inflación. Es casi ínfima, del 0,3 % .Ni se nota en los bolsillos. Nadie protesta por los precios y tampoco funciona la remarcadora como en Buenos Aires. No obstante, sus poco más de 47 millones de habitantes saben que este será otro mal año para el mercado laboral. Van seis consecutivos, comenta Paco Marín, hoy jubilado como profesor. No obstante él tiene una pensión digna, de 2.600 euros mensuales, aunque las hay de 600. Le alcanza para vivir cómodamente con su esposa Luisa, tener un automóvil Opel cero kilómetro y un piso, como ellos le llaman a un departamento de cuatro ambientes en la bella Majadahonda, una zona residencial, ubicada a unos 30 kilómetros del centro de Madrid.

AQUI Y ALLA EN EL BOLSILLO DE LA GENTE

Marín me contó que crió cuatro hijos que hoy son mayores. Algunos estuvieron en el paro, como ellos le llaman al período de desempleo donde quienes lo padecen reciben un subsidio del Gobierno. No obstante, hoy nuevamente se encuentran en actividad. En España el sueldo promedio supera los 1.200 euros, pero un alquiler está entre 600 y 700 mensuales en complejos de departamentos de buena construcción, que se proyectan hacia el cielo, desde cualquier lugar de pequeños pueblos construídos al borde de las sierras. Hoy en España sobran viviendas deshabitadas, muchas de ellas son producto de la burbuja financiera de gente que tomo créditos y no pudo pagarlos porque perdieron el empleo. Esas propiedades están hoy en poder de los bancos y de grandes corporaciones, pero el precio de ellas ha caìdo porque no hay efectivo y nadie hace ofertas.

Aunque el 2013 acabó destruyendo empleo, como 2008, 2009, 2010, han sido menos que en esos años precedentes. La pérdida de 198.900 puestos de trabajo en los últimos 12 meses acumula ya 3,75 millones en esta todavía larga recesión que vive el mercado laboral español y que ha devuelto el número de ocupados (16,7 millones) al nivel de 2002. Aunque en esta ocasión hay algo de consuelo porque el año ha ido de peor a mejor y se aprecia algún síntoma de cambio de tendencia. Cuando los datos de empleo se limpian de los efectos estacionales, se aprecia un incremento del 0,29%. Y el empleo temporal, que repunta antes en las salidas de las crisis, sube con respecto a hace un año.

SE LOS VE OPTIMISTAS PESE A LA DURA REALIDAD

Por estas horas, los españoles están más optimistas disfrutando de los 30 grados en pleno verano. Los meses de julio y agosto son clave para el trabajo y fuente de ingresos, por la gran cantidad de turistas que llegan desde todos los puntos de Europa, Asia y América. Se ve alemanes, italianos, chinos, ingleses, franceses, senegaleses y árabes procedentes de Marruecos. Estos últimos son los que emigran en busca de un mejor destino, pero deben trabajar en negro en largas jornadas y por bajo salario para poder parar la olla.

En total, la fuerza laboral española suma 22,6 millones de trabajadores. A la gente se le ve bien vestida en lineas generales. Por las calles de Madrid casi no se observan mendigos. Solo algunos pocos que viven en situación de calle con sus carros a cuesta, trasladando sus desvencijadas pertenencias. El gobierno los contiene en albergues, pero la mayoría prefiere el rigor de las calles. No ví villas de emergencia y aunque el drama de los sin techo existe, creo que el estado español lo disimula muy bien .Existe además un sistema de salud gratuito y con un marco grande dedicado a la prevención. El transporte público es excelentes, con ómnibus de corta y media distancia nuevos, con asientos de cuero muy confortables y todos cuentan con aire acondicionado. Ni hablar de los trenes, que salen a cada minuto de la estación de Atocha, aquella que sufriera el terrible atentado de los terroristas árabes. Estas unidades recorren toda España con tarifas muy convenientes.Están casi a la par de los aviones en materia de confortabilidad. Además, en las calles de Madrid se pueden alquilar bicicletas eléctricas, depositando unas monedas en unas máquinas. El sistema está instalado en todos los estacionamientos a muy bajo precio, para bajar el flujo de tránsito.

NO DESPERDICIAN UN METRO DE TIERRA

Si uno sale de Madrid y se va topando con los pueblos que se multiplican al borde de las sierras, las torres de energía eólica y las pantallas solares están por todos lados para abaratar el costo de la energía. Por territorio, la Argentina tiene una superficie superior por cinco veces a la de España, pero ellos la explotan metro a metro. Una muestra cabal son los olivares que brotan desde las terrazadas de las montañas, los albaricoques, nogales y almendros, además de tomates, patatas y todo tipo de frutas de altìsimima calidad. Y si queremos encontrar buen precio, están los mercadillos. Son ferias como las nuestras. Las hay en todos los pueblos dos días a la semana. Allí venden desde alimentos, ropa, calzado, elementos de bazar, perfumes y todo tipo de regalerías, a menos de la mitad de lo que cuestan en los comercios del ramo. Los comerciantes que se instalan allí están en regla, porque pagan su permiso al ayuntamiento y ellos mismos se encargan de que no entren los tradicionales manteros.

Pese a la crisis, los bares mantienen sus viejas tradiciones y son el ámbito de tertulia. Te podes sentar en un banco frente a un tonel de vino vacío que hace las veces de mesa y sentirte como un rey en medio de los sabrosos jamones, como el Pata Negra, llamado también jabugo, ya que los cerdos son alimentados con bellotas o los chorizos extremeños. Estos locales siempre están llenos. Alli se rie en voz alta y te despiden con un sipático: “hastalogo”. Los españoles son por naturaleza positivos.Les gusta cantar y disfrutan de los tragos y las tapas. Una cerveza sale tres euros y se puede comer por persona por 20, con dos platos y postre. Es el equivalente a unos 200 pesos argentinos.

Además son un pueblo muy expresivo en afectos, cuando observan por el idioma que somos argentinos. Tuve la suerte de compartir muchas horas con españoles durante las finales del Mundial. A ellos les tocó irse rápido, pero no lo dramatizaron como los brasileños. Y hasta se animaron a cantar a la par de los argentinos el simpático: “Brasil decime que se siente”… Me consta que la mayoria quería que venciéramos a Alemania. Además, Madrid se vistió de afecto por la celeste y blanca durante el gran choque. En lineas generales y sacando a los catalanes, se inclinan más por Maradona que por Messi, cuando tienen que elegir entre los más grandes. También aplaudieron a rabiar a Mascherano. Creo que hasta en eso coincidimos.Lo que nos diferencia, es que ellos conocen mejor nuestra realidad, que lo que sabemos nosotros de la suya. Sencillamente porque nos llevan siglos de cultura y eso, siempre vale.

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