martes, 29 de julio de 2014

Randazzo ya torea a Scioli con traje de presidenciable



Por Jorge Joury


Aunque Cristina no lo diga en voz alta, está claro que Florencio Randazzo es por ahora el candidato que más le rinde para prolongar su proyecto presidencial. El ministro está decidido a dar la pelea y en las últimas horas lo expresó públicamente, toreando a Scioli de manera directa. “Que no se pongan contentos.No voy a ser candidato a gobernador, voy a ser candidato a presidente dentro del Frente Para la Victoria”, aseguró en las últimas horas a una emisora radial de La Plata, para que el mensaje llegue de manera directa a la residencia de la calle 6 y poner fín a versiones que lo ubicaban en una postulación bonaerense.

Descartando esa posibilidad, el ministro señaló que “será una sana competencia y la gente resolverá cómo gestionamos cada uno, qué responsabilidad hemos afrontado, cómo hemos cumplido, sin descalificarnos”. Randazzo insistió con sus pretensiones de suceder a Cristina Kirchner: “Se que tengo que afrontar este desafío porque siento una responsabilidad con el país que sueño, pero la gente será la que defina las cosas”.

“El poder económico y mediático siempre tuvo candidatos, la diferencia que ahora está mucho más explicitado”, lanzó el funcionario nacional. Ante la consulta sobre si hacía referencia a Daniel Scioli y a Sergio Massa, agregó: “la gente es lo suficientemente inteligente para saber quiénes son”, aclaró.

Conviene señalar que los observadores políticos ya habían detectado el pasado lunes un cambio de frente en Randazzo, aunque no había sido tan contundente. Y lo hizo durante un acto oficial, sin decir una sola palabra sobre la cuestión electoral. No obstante, el escenario montado dejó claras sus aspiraciones. De hecho, los principales animadores del evento -en el que se presentaron las nuevas formaciones para la castigada línea Sarmiento- fueron los gremialistas de la Unión Ferroviaria, que impusieron su peso específico frente a otros grupos ultrakirchneristas como La Cámpora, el Peronismo Militante y Nuevo Encuentro, que también fueron de la partida pero quedaron en un notorio segundo plano.

En la estación Villa Luro, que fue remodelada, Randazzo obtuvo una nueva fotografía con la presidenta Cristina Kirchner, quien implícitamente avala las pretensiones de su ministro pero no dice una sola palabra que de a entender que será su candidato en la interna del FpV. Así, la jefa de Estado se limitó a un discurso específico sobre la política ferroviaria y no hizo alusiones políticas.

A su vez, el ministro del Interior y Transporte dedicó un rato a sacarse fotos con funcionarios y militantes, dando lugar al cántico “se siente, se siente, Randazzo presidente”, que entonaron unas 50 personas mientras subía al auto oficial para irse del lugar.

Antes, había asegurado que le daban “risa” los afiches que lo burlaron con la frase “más solo que Randazzo en el Día del Amigo”. En este punto, no faltó quien especulara con la posibilidad de que la pegatina haya sido efectuada por algún sector del propio oficialismo, porque estaban firmados por una inexistente agrupación “La Solá”, en referencia al ex gobernador Felipe Solá, de quien Randazzo fue funcionario en la Provincia y no terminó de buena manera en términos amistosos. “Yo no estoy en la política para hacer amigos”, replicó el múltiple ministro. Sin embargo, no contestó las críticas que le hizo el ex piquetero oficialista Luis D´Elía, quien lo tildó de “egoísta” por haber afirmado que al Gobierno “no le hace bien” que el vicepresidente Amado Boudou esté procesado por la Justicia. Quedó claro que Randazzo busca el voto K que se le puede escapar a Scioli pero al mismo tiempo se diferencia de dirigentes con mala imagen pública.

El ministro desde hace mucho tiempo manifestó sus disidencias con Boudou. Su olfato le marca que el vice es una piedra en el zapato para la prolongación del modelo. Además es de los partidarios de que Boudou debería dar un paso al costado. Tal vez el tiempo colme sus expectativas, ya que en las últimas horas se habla de que sin que haya un pedido oficial, existe una suerte de “licencia de hecho” de Amado por su procesamiento en la causa Ciccone.

El vice hoy virtualmente está tabicado, casi sin tareas asignadas y según se murmula en la entretela de lo más alto del poder, existe una distante relación con Cristina.

Nadie oculta en los pasillos de la Casa Rosada el perjuicio que el procesamiento del titular del Senado genera en la imagen del Gobierno. Es más, algunos funcionarios se atrevieron a analizar que si el vice “renunciara subiría la imagen de Cristina” en los sondeos de opinión. Esto es descartado por otro sector del Gabinete que aún guarda alguna relación con Boudou, aunque remarcan que el “mayor daño ya está hecho” y ante la presunción de inocencia del vice procesado por cohecho pasivo y negocios incompatibles con la función pública, aseguran que “el mensaje de corrupción ya está instalado en la sociedad”.

Boudou tiene hoy la mayor imagen negativa del Gobierno con un 47,9% y temen que ante otro procesamiento eso repercuta en la propia presidenta. A diferencia de Randazzo, Scioli en este caso corre con cierta ventaja. Según las encuestadoras, no le ha provocado ninguna avería en la intención de voto, el efecto Boudou. Para la gente, el gobernador se encuentra fuera del radio de la onda expansiva. Tal vez esta circunstancia, lo coloque en una situación más privilegiada en la carrera presidencial. Pero todavía falta mucho y lo impredecible suele ser en la Argentina un factor determinante de cambios bruscos en el futuro de los hombres que aspiran a lo más alto del poder.

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