Por Jorge Joury
El vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto encendió en las últimas horas la mecha de la bomba y provocó un tembladeral en el tablero político. Aseguró que en una charla mantenida en el Vaticano, el papa Francisco le confió que el juez Thomas Griesa “está a la derecha, de la derecha del sistema financiero internacional”. Y por si fuera poco, le manifestó que los holdouts “quieren voltear la reestructuración de la deuda argentina”. Mariotto agitó las aguas del complicado escenario económico internacional, durante una entrevista radial. Además señaló que Bergoglio defendió la estrategia del Gobierno contra los fondos buitre, al sostener que “está muy bien lo que está haciendo Argentina”. Contó entre otras cosas que el Santo Padre le reconoció que los fondos buitre “son un sector reaccionario de la derecha republicana en contra del propio sistema financiero”.
Mientras tanto, los gurúes de la economía vaticinan diferentes escenarios para el país y aunque los dichos del Papa llegaron a oídos de la jefa de Estado, en fuentes confiables se sostiene que Cristina Kirchner guarda bajo siete llaves los trazos de un plan de emergencia. Es para el caso de que no se logre un acuerdo con los fondos buitre y el país caiga en default este miércoles. Lo que aseguran algunas de las primeras espadas de la Casa Rosada, es que CFK se habría recluido el fin de semana en El Calafate para terminar de delinear las medidas que estarían dirigidas a sostener el consumo, el empleo y el financiamiento interno, frentes que podrían quedar afectados en caso de entrar en cesación de pagos.
Cristina ha sido terminante y ha bajado linea a sus colaboradores en no admitir el default. Seguirá negociando con los fondos NML Elliott y Aurelius hasta diciembre, cuando expira la cláusula RUFO, gran obstáculo para pagarles a los holdouts. El objetivo es que pase diciembre y acordar desde enero una forma de pago a los “buitres” sin que los bonistas reclamen igual trato, en una catarata de juicios que el Gobierno estima en US$ 120.000 millones.Si no hay un acuerdo en las próximas horas, el discurso de uniformará en que ya se pagó a los bonistas el vencimiento del 30 de julio, por US$ 1100 millones, y que fue Griesa el que congeló los fondos por no pagar a los holdaouts.
A BUSCAR APOYO EN TODOS LOS FOROS
Si las cosas siguen como están, este miércoles las calificadoras de riesgo declararán el default selectivo porque vencerá el plazo de gracia para cumplir con los bonistas. Pero la Presidenta lo desconocerá y ordenará pagar los próximos vencimientos, aunque sean bloqueados por el juez. Está dispuesta a denunciar la actitud de Giresa en todos los foros internacionales. Es más, se verá claramente mañana cuando Cristina participe de la Cumbre del Mercosur, en Caracas, La idea que se maneja es dejar al descubierto a Griesa y a los “buitres” ante la comunidad económica internacional.”Queremos pagar, pero no nos dejan”, será la frase de cabecera ante el concierto internacional, ya que lo que le ocurre hoy a la Argentina, podria sucederle a algún otro país.
Mientras se sigue negociando nerviosamente y a contrareloj, en los laboratorios de Balcarce 50 se abre el paraguas y se elaboran nuevas medidas de aliento al consumo. Lo que se busca es darles más dinamismo a los planes Procrear (créditos para viviendas), Procreauto (automóviles) y Progresar (jóvenes ni-ni). También está en carpeta aumentar la aplicación de los planes de Recuperación Productiva (Repro) para evitar despidos. Esto tiene que ver con que el Ministerio de Trabajo paga parte de los salarios a las empresas para que no despidan trabajadores.
PLANES DE CREDITO Y DE ALIENTO AL CONSUMO
Además, se buscaría impulsar actuales planes de crédito de fomento (10.400 millones de pesos) para emprendedores y microemprendedores y sumar otras medidas de aliento al consumo. Si se retrae el financiamiento, se intensificará la asistencia al propio Tesoro con más transferencias de la Anses y del Banco Central y con una mayor emisión monetaria ante un mayor déficit fiscal.
En los pasillos de la Casa Rosada también se murmura que la Presidenta está convencida de que no es el Gobierno el que corre más risgo ante el inminente default, sino el sector privado, ya que tendrá más dificultades de acceder al crédito por el aumento de tasas y sufrirá la presión de la suba del dólar en el mercado. La presidenta también ha tomado nota que la posición que ha asumido contra los fondos buitre, cuenta con la simpatía de la mayoría de los ciudadanos que ven como inexplicable o de boicot al país, la postura del juez norteamericano frente a un Estado que quiere honrar el pago de la deuda y no lo dejan.
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