Al gobernador le urge colocar títulos en el exterior para que la campaña electoral no sufra cimbronazos. La estrategia que se cocina en secreto para evitar que Massa aproveche un posible traspié económico y opacar la gestión.
Por Jorge Joury
La decisión de Cristina de mandar un mensaje de voluntad de pago a los fondos buitre y el plan de créditos para reactivar el mercado automotriz, han calmado no solo la fiebre de los mercados, sino la de muchos gobernadores, que veían diluír la posibilidad de salir al exterior para colocar deuda en busca de dinero fresco. Uno de ellos es Daniel Scioli, a quien el Presupuesto 2014 le concede la posibilidad de endeudarse. Esa perspectiva por una suma que va de los 500 a los 1.000 millones de dólares, se estaba cocinando a fuego lento en la cartera económica que conduce Silvina Batakis.
Se comenta en los pasillos de la Gobernación que luego de un intento fallido en mayo pasado, Batakis se disponía a volver a intentarlo a partir de la buena recepción internacional que había tenido el acuerdo entre el gobierno nacional y Repsol por la expropiación de YPF y el trato con el Club de París, entre otros gestos.
Para evitar una turbulencia en plena campaña presidencial, Daniel Scioli necesita colocar títulos por US$ 1200 millones el año que viene. A Mauricio Macri le alcanzan US$ 600 millones. Y Miguel Galuccio, el titular de YPF necesita unos US$ 3000 millones. El ex motonauta sabe que su rival más temido, Sergio Massa, se encuentra agazapado para marcarle la cancha, en caso de que trastabille su gestión. Por eso Scioli, que a la luz de las encuestas ha venido creciendo más que el tigrense, ha sacado el lápiz rojo en todas las áreas de su gobierno. Le ha pedido a los ministros que controlen el gasto “porque no quiere que se le escape la liebre”, reveló en voz baja uno de sus mas fieles mosqueteros.
“Con la decisión de Cristina de negociar con los Buitres, Daniel se secó el sudor de la frente y volvió a respirar. Imáginábamos un escenario de mucha conflictividad y por suerte esta posibilidad se descomprimió”, admitió uno de los hombres de la mesa chica del gobernador.
MIRADA DE BEIN
El economista Miguel Bein, uno de los hombres que más consulta el gobernador, le señaló que si la Presidenta resuelve el diferendo con los Fondos Buitre, es probable que Argentina recupere a fin de año el acceso al crédito externo. Si ello ocurre, en la óptica de Bein, en el 2015 se reconstituiría el circulo virtuoso del consumo y los salarios volverían a ganarle al dólar. De darse ese hipotético escenario, Scioli se vería favorecido con el viento a favor para consolidar su sueño presidencial.
El plan que se trabajaba a fuego lento para este segundo semestre en la Gobernación, era salir a los mercados a buscar préstamos externos a una tasa menor al 12% anual, escenario que hoy no se da, a la luz del fallo de la Corte neoyorkina.
Esto representa una piedra en el zapato para el gobernador que se había fijado una cuadrícula de acción en obras de infraestructura a realizarse con parte de esos fondos, que debían estar terminadas antes de la finalización de su mandato. Además era parte de la estrategia electoral, es decir una suerte de carta de presentación del proyecto presidencial que encabeza.
LAS CUENTAS
Se dirá en voz alta que las cuentas están en orden y que las obras no están en riesgo. Pero en la entretela del poder provincial se comenta que existe mucha preocupación para ver de qué manera se terminan los trabajos en la Autopista Buenos Aires- La Plata, la mejora de varias rutas provinciales que están muy deterioradas, el plan para mejorar el servicio de cloacas en el conurbano y demás emprendimientos. Todo ha entrado en un cono de dudas y ahora depende en lo inmediato de la ayuda del gobierno nacional, billetera que Scioli sabe que también tenderá a achicarse. La dependencia económica de CFK también limitará el accionar del gobernador, que estaba empezando a despegarse de la estructura nacional. Los albañiles del ex motonauta ya empezaron a diseñar un Plan B. Una nueva estrategia de campaña para no perder posicionamiento ante Massa, que seguramente aprovechará la debilidad operativa del momento.
Por lo pronto del gabinete bonaerense ya salió la orden para todos los ministros de ir cerrando grifos con el gasto. Sobre todo este mes que hay que cumplir con el pago del medio aguinaldo. El cash, para tranquilidad de los empleados estatales, está asegurado, pero habrá que salir a buscar más dinero fresco para afrontar lo que está por venir en los próximos meses, siempre rogando que no se caiga la recaudación impositiva, “que por suerte viene bien”, admitió una fuente cercana al Ministerio de Economía.
ESTRATEGIA
Hoy en la usina de pensamiento que acompaña al gobernador se trabaja con pie de plomo. Por lo pronto se ha desplegado un discurso de alineamiento con la postura argentina de no entregarse mansamente a los fondos buitres pero, en verdad, ha sido muy cuidadoso de no “comprar” la lógica de batalla épica, de cruzada casi santa, que en un principio parecía darle el cristinismo puro a todo el asunto.
“El criterio de Daniel es que hay que negociar una forma civilizada de pago con los holdouts porque, esencialmente, es imperioso respetar las decisiones judiciales”, reveló uno de sus voceros. Además de las preocupaciones coyunturales por el rebote económico provincial, Scioli y sus alfiles han hecho una radiografía de lo que deberán afontrar en caso de ser gobierno a partir de diciembre de 2015. En la ciudad de las diagonales están convencidos que inexorablemente al gobernador le tocará conducir los destinos de la República. Situados en una hipotética presidencia de Scioli, las principales espadas del gobernador estiman como una herencia pesada la resolución del conflicto con los buitres. Ya sea en el caso de que haya acuerdo, un tema que deberá afrontar en términos contables el próximo gobierno, o si se va a un default técnico con todas las implicancias que tendría remontar. En esas perspectivas hay que leer la cautela y los dichos optimistas del gobernador para que se logre un acuerdo. Scioli es buen piloto de tormentas, de allí que intenta mostrarse confiable y previsible para los mercados.
EL DESAFIO
El desafío que le toca afrontar al gobernador es mayúsculo. No hay que olvidar que aún sigue siendo un candidato presidencial del espacio gobernante. Un tropiezo en la corte neoyorkina o no lograr poner en caja la economía, le provocará enormes pérdidas en la cosecha de votos. No obstante, Scioli siempre apostó al optimismo con trabajo, con deporte y con otros tantas muletillas que a la gente le caen simpáticas. Y ahora lo hará con un libro sobre su vida. Una suerte de recorrida con anécdotas y fotos exclusivas desde su paso por la motonáutica, el accidente con la pérdida del brazo y su apuesta a la vida. No faltarán tampoco el amor con Karina Rabolini y el búnker del Abasto, con los personajes que pasaron por allí y sus primeros pasos en la política junto a Néstor Kirchner, hasta su actualidad como gobernador. Aunque el contenido está guardado bajo siete llaves, se sabe que el libro está siendo escrito a pedido del gobernador por un periodista de la revista Gente. Y la idea es que llegue a las librerías antes de fin de año, como parte de la denominada “ola naranja”. El libro será ilustrado con muchas fotografías, pero faltará una: la del sillón presidencial que tiene un signo de interrogación.
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