miércoles, 2 de julio de 2014

Suárez, el asesino de la película al que la FIFA echó del Mundial


Por Jorge Joury

Algunos innovadores de la cargada cotidiana habían comenzado a llamarlo desde hace unos días el Hannibal Lecter uruguayo. O el vampiro. En las redes sociales es algo así como la reencarnación del Conde Drácula. El pic-nic más grande que se recuerde, tiene lugar por estas horas en  la picadora de carne más grande de la web. La picardía mundana no perdona, poniendo el humor más ácido en el centro de la escena. Pero la cuestión es seria, tanto desde lo futbolìstico, como del plano psicológico. A la FIFA no le tembló el pulso cuando le tuvo que bajar el martillo al uruguayo Luis Suárez. Le aplicó a la  estrella más grande del firmamento celeste, una sanción de nueve partidos y cuatro meses de parate para cualquier actividad relacionada con el fútbol. Para hacerlo simple, lo sacó de un plumazo del Mundial e implicitamente le mandó al piso su cotización. ¿Qué equipo ahora querría tener a semejante masticador de hombros entre sus filas?.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el vecino país. No es para menos, ese mordisco  sobre el defensor italiano Giorgio Chiellini en el partido por la tercera fecha del  Grupo D, ahora deja a Uruguay rengueando. Sin su pieza más importante de cara al duelo del sábado, contra Colombia en el Maracaná, por los octavos de final. El técnico Oscar Tavarez se verá obligado  a reestructurar su equipo para seguir vivos frente a los temibles cafeteros de Pekerman, que se frotan las manos expectantes.

LE DOLERA HASTA EN EL BOLSILLO

De nada valió el  descargo que la Asociación Uruguaya de Fútbol . Todo fue a parar al tacho de basura. La FIFA sacó el garrote y lo descargó sin piedad. Porque además de la imposibilidad de jugar,  a Suárez le dolerá en el bolsillo, ya que deberá abonar una multa de 112 mil dólares. Y por si fuera poco, la entidad máxima del fútbol mundial le recomendó un tratamiento psicológico. Y ahora seguramente vendrá la polémica, si FIFA fue justa o nó. Es que no había opciones: o condenaba con todo el peso o absolvía. La toma de decisión no fue fácil, porque hasta el momento ninguna imágen muestra el mordisco. Mas bien  inducen a que veamos esa película, los comentaristas de TV. Lo que quedará flotando en el terreno de las dudas es si la FIFA tiene pruebas que no vimos, cuando esa prominente dentadura se posa sobre el hombro del italiano.
Otra de las encrucijadas era el período de la pena. porque si por morder a un rival, que es lo que la FIFA debería tener por probado, le diera un partido, suena a algo muy leve. Como mínimo tenía que aplicarle de dos a tres partidos. Pero sucede que si extendía la eventual suspensión, todos los ojos iban a mirar al fíxture. Y Uruguay es posible rival de Brasil en cuartos. Como se observa, el organismo rector del fútbol mundial no tenía salida. Cualquier decisión que tomara la iba a dejar mal parada.  En cuanto a Suárez persona, todos estamos de acuerdo en condenar su actitud por morder a Chielini. Sus antecedentes y la marca en el hombro son una prueba palpable. Si Suárez no tuviera una foja tan extensa en hechos de esta naturaleza, tal vez le hubiéramos concedido el márgen de la duda.

LA PICADORA DE CARNE DE LAS REDES SOCIALES

Inmediatamente de conocida la sanción, los comentarios en las redes sociales levantaron  olas. Por ejemplo en las imágenes se compara a Suárez con un perro o se lo muestra con colmillos, como si fuera un vampiro. También se bromea con marcas de mordidas. Pero quien  sacó rédito a través de Twitter de esta situación fue la cadena de comida rápida Mc Donalds en Uruguay. En su cuenta oficial de Twitter de ese país publicó: “Hola @luis16SUAREZ, si te quedaste con hambre vení a darle un mordisco a una BigMac”. Como estrategia de marketing, fue todo un éxito: una cuenta de poco más de 27 mil seguidores obtuvo en esa  publicación más de 64 mil retuits.
Más allá de las opiniones que sobrevuelan por el mundo del deporte, la gravedad del hecho destapa también el análisis del perfil  psicológico. No es la primera vez que Suárez muerde a un adversario. Ya lo había hecho en la Premier League, el año pasado, durante un partido contra Chelsea. En esa ocasión, el jugador del Liverpool le aplicó un mordisco en el brazo al serbio Branislav Ivanovic. Como consecuencia de la agresión, fue sancionado de oficio con 10 encuentros.

UNA INFANCIA DOLOROSA DONDE FALTO DE COMER

Suárez viene de una infancia modesta, triste y de carencias, donde muchas veces faltó de comer en la mesa familiar. La psicóloga Mercedes Aréchaga, a quien entrevisté en las últimas horas sostiene que “hay personas que recurren a moder cuando se sienten frustradas, como el caso del futbolista Luis Suárez. Generalmente son personalidades que presentan problemas psicológicos más profundos, que pueden ser indicadores de una incapacidad para lidiar con las emociones”.
La mordeduda al defensor italiano Giorgio Chiellini , es la tercera que lleva Suárez a la práctica, desde  el 2010. Sus dos ataques previos provocaron suspensiones de siete y 10 partidos. Aréchaga además añadió que “morder puede ser característico de un trauma previo que puede ser provocado por decepciones personas, vegüenza y humillación. Cuando hay humillaciones ocurridas durante la infancia  y una vez que algo actúa como disparador de  la molestia, eso puede llevar a que una persona pierda el control”.
Otros expertos se inclinan en señalar que la intensamente dramática reacción de Suárez a la mordida —lanzándose al suelo y aparentando que se había lastimado- es una señal que indica que reconoce que hizo algo incorrecto y está tratando de ocultarlo.

PARA CARUSO LOMBARDI ES INAPELABLE

El DT argentino Ricardo Caruso Lombardi, a quien entrevisté en mi programa radial (“Te lo digo en serio”, que va de 8 a 10 por la Fm local 97.7) señaló que “se trata de un hecho absolutamente repudiable y reprochable, que no puede ser tomado como una picardía. Es a todas luces una actitud antideportiva que hay que sancionar de manera contundente, ya que se puede lastimar al rival o arrinarle la carrera. No nos olvidemos que a través de una mordida, se pueden transmitir bacterias que hay en la boca o contagiar enfermedades. Por eso es muy importante desinfectar la herida de manera rápida”.
Los psicólogos aclaran que “las mordidas pueden ser corregidas con ayuda profesional, pero aclararon que se trata de personas que tienen expectativas de sí mismos poco realistas o creen que son un fracaso, a menos que logren una meta específica, como ganar un partido de fútbol. No es sencillo cambiar esa patología, pero habría que comenzar tratando de alterar las percepciones irracionales”. En el amplio abanico de opiniones que se barajan sobre estos casos, hay quienes también aseveran que es probable que personas que tienen la costumbre de morder, actúan automáticamente y no lo hacen conscientemente con el propósito de causar daños.
“Suárez seguramente ha cargado  las esperanzas de su país y aunque ha trabajado para manejar esa situación, es muy difícil replicar el estrés del Mundial y predecir cuál será su conducta”, señaló la psicóloga Aréchaga, quien alentó la esperanza de que “tal vez el futbolista después se dio cuenta de que lo que hizo estuvo mal”.
Para cerrar la historia: en la marquesina del Mundial, que se exhibe frente a la opinión pública, Suárez se ha ganado el título de asesino de la película, básicamente porque su pasado lo condena.

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